Ya no lo demoro más. Tenía pendiente compartir este post con vosotros y ya ha llegado el momento. Cómo os comenté hace un par de semanas en este post, la ATB, Agencia de Turismo de Baleares, invitó a un grupo blogueros de distintas Comunidades Autónomas de España a que conocieran de una forma más auténtica nuestras islas. Por esa razón se organizaron una serie de jornadas en diferentes Islas de las Baleares y yo tuve la suerte de ser la anfitriona en las Islas Pitiusas... Todo un orgullo, porque me encantan.
La aventura comenzó un jueves. Desde el mediodía fueron llegando los profesionales del mundo de la blogosfera. Quisimos desde el principio que no dejaran sin conocer un sólo rinconcito de la isla, por esa razón tuvimos mil y una actividades organizadas desde que pisaron Mallorca, ciudad base y punto de encuentro entre los grupos de bloggers tanto al inicio de las jornadas como al final de las mismas.
La primera parada que se realizó, como no podía ser de otra forma, fue para degustar platos típicos de Mallorca; Frito mallorquín, pa pages con alioli (al qué más de uno se hizo fan), sobrasada, butifarra... Posteriormente se acudió a un circuito de Karting bastante nuevo ubicado en el centro comercial Festival Park, XtremKart, donde los bloggers disfrutaron como niños.
Tras esta aventura, nos dirigimos al hotel Costa Azul, donde se hospedaron esa noche, un precioso hotel situado en mitad del Paseo Marítimo de Palma, céntrico y con unas vistas impresionantes del puerto y la Bahía de Palma. Esa noche y tras haber recibido ya a todos los bloggers, nos dirigimos al "Castell de Son Claret", un romántico castillo, que yo misma desconocía, situado, o mejor dicho, escondido en un pinar del pueblo mallorquín Es Capdellà. Recomendado a los amantes del silencio y el lujo. Allí en el restaurante Zaranda, dirigido por el chef Fernando Pérez Arellano, poseedor de una estrella Michlín, participaron en un taller de cultura gastronómica y posteriormente disfrutaron del exquisito menú degustación que Fernando les tenía preparado. La cena pudo calificarse de una explosión de sentidos, no fue deleite sólo de gusto y olfato, sino también triunfó la vista, el oído y el tacto. Fernando consiguió transportar a los comensales a través de su comida y mediante técnicas, que para todos los demás resultaban mágicas, a un bosque encantado. Se que suena raro, pero a si fue...hay que verlo.
Al día siguiente, mi grupo de blogueros y yo, nos pusimos en marcha a primera hora de la mañana para coger avión dirección Ibiza. Nada más llegar a la isla Pitiusa y tras una breve parada en el puerto de Ibiza, continuamos nuestro rumbo, esta vez en barco, con destino a Formentera, donde nos esparaba nuestra encantadora "guía", Esperança Costa, como representante de la agencia de turismo de Formentera, con quién recorrimos las calles de Sant Francesc, un pueblecito encantador en el centro de la isla y del que ya os hablé en este post.
A media mañana continuamos nuestra aventura en la playa de Cala Saona, donde nos esperaba Asier de 4 Nómadas, el capitán de la zodiac en la que recorrimos la costa formenterenca. No tengo duda alguna a la hora de afirmar que fue una de las experiencias más mágicas que vivimos ese fin de semana. Asier, todo un profesional de la materia, nos reveló todos y cada uno de los secretos del litoral de la isla, nos animó a tirarnos al agua, a adentrarnos en cuevas, a trepar, a saltar en pozos del interior de la isla, a bucear guiados por la luz que se filtraba a través del agua hasta llegar al interior de la cueva... Lo dicho! Toda una aventura.
Trás algo más de dos horas de excursión, Asier nos despidió en la Playa de Mitjorn. Allí, en el restaurante Vogamarí, nos esperaba Esperança acompañada de Carlos Bernus, jefe de promoción turística de la isla de Formentera, quién nos recibió con un obsequio para cada uno de nosotros; una bolsita con productos y recetas típicas de la tierra.
Ensalada payesa.
Tras los exquisitos platos típicos de la tierra, que tuvimos la suerte de degustar, nos dispusimos a abandonar el restaurante y a iniciar una rápida visita en autobús, por aquellos rincones de la isla que no puedes dejar de conocer.
Al final de la tarde cogimos ferry de vuelta a Ibiza, donde nos esperaba una increíble noche...
Tras una ducha y un breve descanso en el lujoso Hotel Aguas de Ibiza, cenamos en el restaurante El Portalón en Dalt Vila, barrio medieval de la ciudad. Posteriormente, terminamos la noche en el Café teatro Pereyra, un mítico local de la isla. El edificio fue construido en 1898 como el primer teatro de Ibiza, sin embargo desde 1988 funciona como local de conciertos en vivo. El calor del directo y el buen rollo hacen sus veladas irrepetibles.
Nuestro último día en la isla los bloggers tuvieron la oportunidad de elegir entre visitar el mercado de las Dalias, el mercado más auténtico de la isla, o una excursión en Kayak para los más aventureros.
Las Dalias es el legado que han dejado artistas, diseñadores y artesanos que décadas atrás, buscaron la inspiración en la luz, la calma, la magia y la libertad de la isla de Ibiza...
Finalizamos la mañana en la Bodega "Sa Cova" en Sant Mateu, donde fuimos recibidos por Juan, su encantador dueño, quién nos explicó, con un cariño hacia su trabajo dificil de disimular, el proceso que sigue la bodega para la elaboración de sus excelentes vinos, que pudimos degustar en una estupenda cata.
Ibiza posee una tradición ancestral en la elaboración de vinos, influenciada por la presencia fenicia ya en el siglo VII A.C. A partir de los años 90 se ha vivido una auténtica revolución en su producción, con la aparición de jóvenes artesanos del vino que han creado bodegas combinando tradición e innovación. Ibiza tiene su propia denominación de origen, "Vi de la terra de Ibiza". La producción es limitada y muy selecta.
Y para finalizar el viaje, justo antes de coger el avión de vuelta a Mallorca para reencontrarnos con los demás bloggers, nos dirigimos al restaurante Nautic del club náutico de Sant Antoni de Portany... No podíamos abandonar las Pitiusas sin antes disfrutar del "bollit de peix" tan típico de las islas, y que tiene su origen en las comidas que los pescadores preparaban en sus barcas, con aquellos pescados de roca que desechaban para la venta. El "bollit de peix" empieza con una variedad de pescados con patata cocida y alioli, y finaliza con un delicioso arroz a banda. ¡Muy recomendable!
La última noche de los blogueros en las Baleares, también fue un no parar, tras haber disfrutado de una fantástica cena en el restaurante La Terraza de Port Adriano, se hospedaron en el precioso Hotel Dorint Royal Golfresolrt & Spa de Camp de Mar, en la localidad costera de Calvià, donde recibieron un trato excepcional.
Y justo antes de finalizar este espectacular fin de semana, el domingo quisimos que, antes de abandonar Mallorca, volvieran a disfrutar de las increíbles aguas del mediterráneo, por esa razón nos subimos a bordo del Rafael Verdera, un velero, que después del paso de más de un siglo y medio, sigue navegando con el mismo porte de siempre.
Se que el post de hoy ha sido algo extenso pero no quería dejar sin compartir con vosotros, todos y cada uno de los lugares y personas que han hecho posible esta gran aventura.
Gracias a todos y cada uno de los bloggers que han realizado este viaje con tanta ilusión, porque la energía que transmitían ha hecho que en cada momento se respirara buen rollo en el ambiente. Me alegro mucho de que todos hayáis percibido la belleza de las islas, porque era eso, exactamente, lo que quisimos daros a conocer...
Para finalizar quiero mencionar a mis compañeros de Disset; Marco y Anabel, y a Neus y Toni de Mallorex... Sin su trabajo el blogtrip no hubiera sido posible.